3. Velocidad de carga de la web
La rapidez con la que se abre una página web es un factor decisivo en SEO. En los últimos años, Google ha desarrollado un algoritmo centrado en la velocidad de carga en dispositivos móviles, así que no olvides optimizar tu sitio web al máximo en todos sus formatos.
4. Cuidar la compatibilidad con los dispositivos móviles
En los últimos años, móviles y tablets han adquirido gran importancia como dispositivos de conexión a Internet. Por ese motivo, es de vital importancia tener una página web optimizada para móviles para asegurar una buena experiencia de navegación. La facilidad de uso es valorada como un factor clave en el SEO. Para ello, debes tener en cuenta:
👉 adaptar automáticamente el tamaño de tu web en cada dispositivo
👉 facilitar la lectura de la web en móviles con una fuente legible
👉 garantizar una buena gestión de los menús
👉 anticipar posibles anuncios entrantes
5. Antigüedad del dominio y Autoridad de la web.
Como puedes imaginar, la antigüedad es un factor de peso a la hora de posicionar una web. Se calcula que el 60% de las webs que encontramos en las primeras posiciones de los buscadores, llevan ya unos tres años en Internet. Esto viene de la mano de la Autoridad de la web que vendría a considerar la calidad y la reputación de la misma. Google usa unos parámetros basados en la calidad de los contenidos o los enlaces, entre otros, para determinarlo. De todos modos, esa Autoridad web, es algo que Google no hace explícito y por ello, puedes usar herramientas como Moz o Open Site Explorer que te ofrezcan la información y las estadísticas necesarias sobre la Autoridad de tu web.
6. Tener un contenido web optimizado y de calidad
El contenido de tu web es su esencia y uno de los pilares básicos a tener en cuenta para los motores de búsqueda. Cuando realizamos búsquedas en Internet, lo que hacemos es determinar unas palabras clave o keywords que son las que introducimos en el buscador. Debemos precisar e incluir esas palabras clave en nuestro contenido web y además, debemos situarlas dentro de un contexto textual de calidad que sea útil al objetivo de la web. Los rastreadores de Google se han ido perfeccionando y descartan valorar webs con contenido duplicado, de baja calidad o que repitan sin sentido solo palabras clave.
Por otra parte, en relación a la extensión del contenido, los rastreadores para el posicionamiento de Google también han aprendido a excluir webs que tengan textos dilatados sin sentido, así como webs con textos escuetos que se centren en la repetición de la palabra clave sin aportar más contenido útil. Por todo ello, tus contenidos deben tener cierta complejidad, extensión y profundidad pero siempre con sentido para el usuario.
7. Trabajar el SEO técnico
Cuidar el SEO en tu web es sinónimo de trabajar con un código limpio y depurado para optimizar el contenido del sitio web. Pero también debes considerar otros aspectos importantes como:
👉 la jerarquía de los textos introduciendo los encabezados H1, H2, H3, etc.
👉 incluir palabras clave en el título de la página que es lo primero que Google analiza para su clasificación
👉 etiquetar las imágenes que incluyas en tu web, si puede ser, con palabras clave
👉 completar una meta descripción de 160 caracteres en la que tenga cabida la palabra clave